Aquí estoy nuevamente contando las aventuras que el arte me hace vivir… me encantan las instalaciones, lo escenográfico. Por eso cuando me ofrecen intervenir objetos para formar parte de un concepto, una idea o un evento, me sumo. En este último mes tuve que intervenir dos objetos, una bici y una camioneta.
En el evento “Bicity”, que se hizo en Mendoza unas semanas atrás, los ciclistas desayunaban en un restaurant y comenzaban su recorrido por la ciudad, haciendo diferentes paradas. La idea era ver la ciudad con otros ojos que no fueran desde arriba de un auto, así descubrir detalles antes quizás no vistos, sentir el aire en la cara y palpar la ciudad.
La recorrida terminaba en La Nave Cultural, es uno de los galpones del Ferrocarril General San Martín que conformaban la Estación Central Mendoza y hoy se utiliza como centro cultural.
Allí los esperaba un gran almuerzo, una banda en vivo y yo interviniendo una bicicleta! Al final de la jornada la bici fue sorteada entre los presentes.
Llegué mas temprano para empezar con la intervención. Como siempre, me encuentro con un lienzo en blanco que sólo me va diciendo qué hacer, yo solo me dejo llevar. Y así fue, empecé a fluir y pequeños elementos como frutillas, limones, animal print y colores se iban traduciendo en la bicicleta.
La banda tocaba, la comida circulaba, yo seguía pintando mi obra en dos ruedas.
La bici se sorteó y se la llevaron andando hasta su casa, deseo verla pasar delante de mis ojos nuevamente!
Quiero agradecer a Fernanda y Silvina Aleman quienes me permitieron ser parte de esta aventura.
En la próxima les cuento sobre la Toyota SW4 que intervine.